Es la primera vez que le dedico una entrada a nuestras playas. Alguno pensará que soy repetitivo ya que salen en todos las revistas y folletos veraniegos, aunque en el fondo pienso que nunca está de menos hablar de ellas.
Es de remarcar la transparencia y limpieza del agua en estos meses primaverales. A mi personalmente me encanta. Me gustan especialmente estos dos meses. Es cuando suelo disfrutar más del mar. Me fascina. Que playas desiertas, que agua más transparente, que arena más limpia, sin sombrillas, ni hamacas, sin gentío, sin vocerios, sin toallas cada medio metro cuadrado, sin lanchas y zodiacs aquí ya allá dejadas al tun tun, sin chirinquitos, sin hooligans bailando, gritando y bebiendo alcohol en la orilla al son del chumba chumba discotequero.
Que bello es escuchar el ruido del mar y las olas que van y vienen rompiendo en la orilla. Que magnífico nadar en estas frescas aguas de estos primeros meses de temporada y después salir del mar, retozarse en la arena y disfrutar de estos primeros rayos de sol tan maravillosos y que tanto se agradecen después del frío invierno. Es como estar en el paraíso.
El que guste escapar de la rutina diaria, del trabajo, de la ciudad, de los agobios y del estress, de la falta de tiempo libre, seguro que aquí encontrará una salvación.
El que se acerque aqui en estos meses seguro que podrá encontrar y disfrutar de unas playas desiertas, para disfrutar de la calma que le cargarán de energía positiva. Que paz, que tranquilidad, que maravilla, es como beber un sorbo de agua fresca en plena canícula. Que oasis.

Imagen de la Cala de San Vicente, que destaca por sus colores turquesas del agua.







Imágenes de la Playa de Cala Boix, una cala que me gusta especialmente por su arena oscura de origen volcánico, dada por las rocas y acantilados que la rodean. Es una de las pocas calas que se mantienen aún vírgenes (gracias a Diós)

Una orilla donde tumbarse y olvidarse de todo.



Imagenes de la playa d'es Figueral. Una playa de fina arena con aguas siempre limpias y claras.





Aguas limpias y claras.

Cala Nova, otra de las calas que acostumbro visitar en estos inicios de pre-verano.